India es uno de los países que alberga las tradiciones y costumbres religiosas más diversas del mundo, el Dios de la Moto es sin duda una muestra de ello.
Actualmente se estima que existen más de 2 millones de templos religiosos, por lo que no es de extrañar que nos encontremos con más de uno, que sea singular o fuera de lo ordinario a quienes provenimos de un país occidental.
Y uno de ellos es, sin duda, el templo que adora a una moto en India, concretamente al antiguo sanador Om Banna.
Om Banna el Dios de la Moto
India es un país lleno de experiencias religiosas e historias que, a su vez, han alimentado el encanto de lugares fascinantes. Tal y como es el caso del templo dedica a una moto. Pero cuidado, porque esta no se trata de una motocicleta cualquier… sino del vehículo de Om Banna.
La historia de Om Banna
Todo inicia concretamente a principios de los años 90, la historia de Om Banna, un sanador del distrito de Pali, a 20 kilómetros de la ciudad homónima y 50 kilómetros al sur de la ciudad de Jodhpur. Un hombre vestido con coloridos ropajes que aseguraba tener poderes curativos, especialmente cuando estaba borracho.
Durante semanas y meses, Banna acudía de un hogar a otro del distrito sanando a vecinos con todo tipo de problema tanto físicos como mentales, moviéndose por las polvorientas carreteras de Rajastán a lomos de una Royal Enfield Bullet de 350 centímetros cúbicos.
Sin embargo, una de aquellas noches en las que volvía a casa con unas copitas de más, concretamente la del 2 de diciembre de 1991, el sanador sufrió un accidente con su motocicleta chocando con un robusto árbol ubicado en la carretera.
¿Cómo surge la leyenda de este Dios de la Moto?
Dos oficiales se encargaron de trasladar el cuerpo sin vida y mover la motocicleta hasta la comisaría más cercana, donde la ataron con cadenas a un pilar. El milagro pareció anunciarse cuando el vehículo desapareció de forma súbita de su enclave para aparecer poco después junto al árbol en el que Om Banna sufrió su accidente.
La policía volvió a tomar la moto y retenerla en la comisaría. Pero la misma volvía a desaparecer una y otra vez para regresar junto al árbol. Fue así como surgió la leyenda de Om Banna y, como consecuencia, la creación de un templo junto al famoso árbol contra el que chocó.
Cubierta por una gran vitrina de cristal (quizás con la intención de que no vuelva a escaparse), la Royal Enfield de Banna es adorada junto al árbol donde todo comenzó por quienes no dudan en colocar barritas de incienso, guirnaldas de flores e incluso un chorro de licor en un recipiente a fin de asegurarse un trayecto seguro en sus respectivos vehículos.
Un ejemplo más del grado de misticismo y espiritualidad que envuelve la India y, en concreto, esta zona de Rajastán cuyas carreteras nómadas y ciudades legendarias suspiran un halo de misterio por cada uno de sus resquicios.
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Los fieles, que suelen acudir al santuario antes de emprender cualquier viaje por carretera, hacen ofrendas de licor vertiéndose sobre una llama que, como si fuese olímpica, por ello en tu proxima visita a este mistico lugar, ya sabes como puedes inciar con este ritual tan fuera de lo ordinario, pero que sin duda vale la pena experimentar y adentrarse a la cultura religiosa de la India.
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