Los antiguos habitantes del Valle de México apreciaban los chapulines no sólo por su sabor, sino también por su canto y por considerarlos ejemplares destacados del mundo animal. Por eso, hoy hablaremos de Todo lo que debes saber de los chapulines….
Dentro de Oaxaca existe un mito local que dice: “Si usted come chapulines, entonces nunca partirá de este bello estado”. A lo que es igual, al degustar de la extraordinaria cocina oaxaqueña, se llevará inevitablemente un pedacito del estado con usted y volverá para visitarlo, como si nunca se hubiese ido.
Chapulines
No por nada en el 2010, la cocina mexicana fue añadida por la UNESCO en su lista mundial como “patrimonio cultural intangible”. y en el 2018 Oaxaca fue reconocido por su gastronomía.
La cocina regional de Oaxaca es considerada excepcional, y un paseo a los mercados revela qué tan única y exótica es la experiencia gastronómica, que resulta ser atractiva para todos aquellos extranjeros y hasta los mismos mexicanos que recorren esta tierra por primera vez, existe el ya famoso aperitivo o “botanita” considerado así por los locales, la cual es una proteína deliciosa llena de delicadeza: hablamos de los ricos chapulines. Que aunque para muchos puede causar duda de probarlos, una vez que lo haces no puedes parar.
¿Cómo es la preparación y cosecha?
Estos se recogen sólo en ciertas épocas del año, (desde su eclosión a principios de mayo hasta finales del verano o principios de otoño). Después de ser limpiados y lavados rigurosamenete, se tuestan en un comal de barro con ajo, chile y sal de gusano, obteniendo un resultado crujiente, agrio-picante-salado, y si se me permite añadir, pueden convertirse en una deliciosa adicción.
El chapulín es importante e indispensable para los locales. Durante la temporada de cosecha, es muy común ver a grandes grupos de personas dentro de las milpas, o campos de maíz atrapando chapulines. El chapulín proveerá una base de nutrición importante, y además ingresos durante la tradicional temporada de cuaresma.
¿Tabú o no?
Es bien conocido el hecho de que muchas culturas se alimentan de insectos, una practica conocida como entomofagia, (de éntomos griego, “insecto (ed)”, y phăgein, “comer”), que no es otra cosa que el consumo de insectos en un día a día. Sin embargo, en algunas sociedades es algo poco común, e incluso se considera tabú. Es, en realidad, un hábito muy poco frecuente en los países modernos, pero en México existe poca o ninguna preocupación por tabúes de esta índole. Ahí el chapulín se consume con gusto, pues se trata de una excelente fuente de proteínas, calcio, zinc, vitaminas y minerales y no contienen grasa.
¿Cómo se pueden disfrutar?
El chapulín se disfruta como una botana que se puede comprar en los mercados, o en las cantinas, acompañados de una cerveza bien helada, o también en tacos con guacamole y salsa picante.
Para un deleite más completo y saludable, los chapulines se sirven en las famosas tlayudas oaxaqueñas. La tlayuda es una tortilla hecha a mano de gran tamaño que se tuesta sobre las brasas, luego se cubre con una fina capa de frijoles refritos, lechuga o col, guacamole, y el remate llega con los chapulines asados; aunque no puede faltar la salsa picante y un poco de crema mexicana. Esto es el cielo para los amantes de la cocina de aventura, y para los que se atreven a arriesgar en su búsqueda incansable de lo extraordinario.
¿Cómo es la recolección?
La recolección de estos insectos se hace con la ayuda de una malla con forma de bolsa que va atada a un palo de madera, con el cual golpean las ramas de la alfalfa y los chapulines van siendo atrapados dentro de la bolsa, posteriormente son cocinados con ajo y limón, que es su preparación más común lo que permite ser consumidos por sí solos como botana.
Hay dos tipos de chapulines que se cosechan. El que se puede recoger dentro de la milpa, y el que se puede obtener a las orillas de los campos. El primero es considerado el mejor en tamaño y sabor, ya que se alimenta del maíz dentro de la milpa. El segundo es de menor tamaño y se alimenta principalmente de yerbas y matorrales, lo cual le da un sabor un poco amargo.
¿Te atreverías a probarlos?
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